La Fiscalía General de Venezuela ordenó detener a nueve directivos y exdirectivos de filiales de la petrolera estatal PDVSA por presunta corrupción, informó este miércoles el titular del organismo, Tarek William Saab.

El caso se relaciona con la compra de 400 cisternas para transportar combustible en distintas contrataciones realizadas en 2010, de las cuales solo se entregaron 168, sin "las especificaciones técnicas apropiadas para su utilización", dijo Saab ante la prensa.

El daño patrimonial supera los 18 millones de dólares, precisó el fiscal.

Tres expresidentes y exgerentes generales de la Empresa Nacional de Transporte, filial de PDVSA, figuran entre los acusados.

De acuerdo con el fiscal, las compras se hicieron a dos empresas de México, cuando tradicionalmente se realizaban a compañías de China. Una de esas firmas "ni siquiera existe", añadió Saab.

La pesquisa se suma a otras que lleva a cabo la Fiscalía contra la corrupción en PDVSA, en momentos en los que la producción petrolera, que aporta 96% de los ingresos del país, se derrumba.

La OPEP cifró la producción de Venezuela en agosto en 1,4 millones de barriles por día, frente a 3,2 millones de 2008.

El gobierno atribuye el desplome a la corrupción y malos manejos en PDVSA, así como a menores inversiones en infraestructura por la caída de los precios del crudo entre 2014 y 2016.

Expertos vinculan la caída con el financiamiento, por parte de PDVSA, de un déficit fiscal estimado en 20% del PIB.

Desde agosto pasado, apuntó Saab, 90 funcionarios han sido procesados por tramas de corrupción en PDVSA, entre ellos 23 gerentes.

Las denuncias incluyen a Rafael Ramírez, presidente de PDVSA durante la era del fallecido gobernante socialista Hugo Chávez (1999-2013). En agosto pasado, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela autorizó pedir su extradición a España.

Ramírez rompió con el presidente Nicolás Maduro a fines del año pasado.